La realidad aumentada ha dejado de ser solo una tecnología de videojuegos para expandirse a múltiples industrias, desde la educación hasta la medicina.
En el sector de la moda, marcas como Gucci y Nike han implementado experiencias virtuales donde los usuarios pueden probarse productos sin salir de casa. En la educación, herramientas como Google Lens permiten a los estudiantes interactuar con modelos en 3D.
El mundo del turismo también ha adoptado esta tecnología. Ahora es posible recorrer museos y sitios históricos con información digital superpuesta, mejorando la experiencia de los visitantes.
El futuro de la realidad aumentada apunta a una integración completa con dispositivos cotidianos, como gafas inteligentes que reemplacen los teléfonos móviles en la próxima década.







