Darío Argarañaz fue el encargado de reemplazar el pararrayos original del Obelisco, un trabajo histórico que se realizó en poco más de una hora. El torrista de 54 años se mostró emocionado por el desafío.
En una entrevista con Rock & Pop, Darío Argarañaz compartió su experiencia al cambiar el pararrayos del Obelisco, un trabajo que no solo fue técnico, sino también muy emotivo. “Me avisaron un viernes que me tenía que subir, y al día siguiente ya estaba pensando cómo lo iba a hacer”, contó sobre el momento previo al desafío.
A pesar de tener años de experiencia en el montaje de pararrayos en altura, Argarañaz reconoció que este trabajo fue diferente. “Sentí que estaba haciendo historia”, expresó con emoción. El pararrayos removido había sido colocado hace 93 o 94 años, siendo el segundo desde la inauguración del Obelisco.
El operativo para el reemplazo fue rápido, durando poco más de una hora, pero Argarañaz explicó que tuvo que reforzar el agarre debido a que el pararrayos anterior estaba en malas condiciones. Aunque la altura no le generó temor, sí le provocó una sensación extraña por la importancia histórica del lugar: “Que te mire todo el mundo es otra cosa”.
Darío, quien trabaja para la empresa Bacigaluppi Hermanos, estuvo acompañado por su colega Sebastián Yacovini. Ambos aprovecharon para disfrutar el momento, sacarse fotos y reírse mientras trabajaban en lo alto del monumento. Además, explicó que el nuevo pararrayos instalado es piezoeléctrico, lo que lo hace más eficiente.







