Minutos antes del anuncio oficial desde el Vaticano, la inteligencia artificial de OpenAI identificó a Robert Francis Prevost como el nuevo Sumo Pontífice, generando asombro y debate sobre las capacidades predictivas de estas herramientas.

El pasado jueves a las 14:10 (hora local), el mundo conoció al nuevo líder de la Iglesia Católica: Robert Francis Prevost, quien adoptó el nombre de León XIV. Sin embargo, lo que captó la atención de muchos fue que, apenas 18 minutos antes del anuncio oficial, ChatGPT ya había mencionado a Prevost como el elegido.

A las 13:52, en medio de la incertidumbre tras la fumata blanca, un usuario consultó a la inteligencia artificial sobre quién sería el próximo Papa. Sorprendentemente, ChatGPT respondió que Prevost ya había sido electo, proporcionando además detalles precisos sobre su trayectoria y antecedentes .

Este hecho generó sorpresa entre los usuarios, quienes debatieron sobre si se trataba de una predicción acertada o simplemente una coincidencia basada en información previa. Es importante destacar que ChatGPT no posee capacidades proféticas; sus respuestas se basan en patrones de datos y entradas anteriores. Por lo tanto, es probable que haya procesado rumores o especulaciones existentes en ese momento.

Este incidente resalta la creciente influencia de las inteligencias artificiales en la percepción pública y la necesidad de comprender sus alcances y limitaciones.

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