El gobernador neuquino exoneró a un suboficial de la Policía condenado por abuso sexual agravado contra su hija. Además de ser despedido de la administración pública, el hombre, condenado a ocho años de prisión, perderá también el derecho a la jubilación. Esta política de “tolerancia cero” impulsada por el mandatario, orientada a reforzar la justicia y la transparencia en el Estado, ya alcanzó a decenas de empleados estatales sancionados por faltas injustificadas, corrupción y delitos graves como violencia sexual y narcotráfico.

El gobierno de Neuquén oficializó la exoneración de un suboficial de la Policía que fue condenado a ocho años de prisión por abuso sexual agravado contra su hija menor de edad. El delito ocurrió entre 2011 y 2014, durante la convivencia familiar, y fue denunciado años más tarde por la propia víctima. La sanción administrativa no solo implica su desvinculación definitiva de la fuerza, sino también la pérdida del derecho a acceder a una jubilación.

La decisión fue publicada en el Boletín Oficial mediante el decreto 530/2024. En la resolución se argumenta que el agente incurrió en una “inhabilidad moral” para continuar en el Estado. El gobernador Rolando Figueroa sostuvo que la medida se enmarca en su política de “tolerancia cero”, con la que busca garantizar que los delitos graves no queden impunes dentro del ámbito estatal.

Desde el inicio de su gestión, Figueroa ha avanzado con sanciones contra personal estatal involucrado en causas de corrupción, ausentismo injustificado, violencia sexual y narcotráfico. Con este nuevo caso, el Ejecutivo provincial refuerza su línea de acción orientada a depurar la administración pública y marcar una posición firme frente a hechos que vulneran derechos fundamentales, especialmente cuando se trata de agentes con responsabilidad institucional.

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