La implementación de la ley provincial 3488, promovida por Rolando Figueroa, permitió a la Justicia neuquina tomar el control de las causas por narcomenudeo, superando las demoras del fuero federal y dando lugar a una política criminal más eficiente, coordinada y territorial.
La ley, impulsada por el gobernador Rolando Figueroa, responde a una demanda de larga data en Neuquén: agilizar la lucha contra el microtráfico de estupefacientes que, hasta entonces, recaía exclusivamente en la jurisdicción federal, generando demoras y escasa presencia territorial. Con esta norma, el Ministerio Público Fiscal provincial tomó el control de las investigaciones, permitiendo una intervención directa, rápida y coordinada con las fuerzas de seguridad locales.
“Estamos dando un paso histórico en la defensa de nuestros barrios y el cuidado de nuestras familias”, afirmó Figueroa al evaluar los primeros resultados de la nueva legislación. La descentralización de las competencias permitió focalizar los esfuerzos en puntos críticos de comercialización de drogas, especialmente en zonas urbanas vulnerables, donde el narcomenudeo tenía un impacto directo en la seguridad ciudadana y en los entornos escolares.
Los operativos han incluido tareas de inteligencia, vigilancia encubierta y cooperación entre la Policía de la Provincia, fiscales y unidades especializadas en delitos vinculados al narcotráfico. Además del decomiso de drogas y detenciones, también se incautaron armas de fuego, dinero en efectivo y elementos relacionados con la venta ilegal. Este abordaje integral busca no solo interrumpir redes de distribución, sino también fortalecer la prevención en el ámbito comunitario.
Con la Ley 3488, Neuquén se suma al grupo de provincias que decidieron avanzar en la desfederalización parcial del combate al narcotráfico, dando mayor protagonismo a las autoridades locales y ganando eficacia en la respuesta penal. La apuesta del gobierno provincial es clara: consolidar una política de seguridad que combine firmeza institucional, presencia territorial y compromiso con la vida cotidiana de los neuquinos.
El Repulicano 