La gestión del gobernador de Río Negro logró una significativa reducción del gasto público mediante un estricto control. La medida, implementada por el IPROSS, generó un ahorro de $9.825 millones en el último año.
El Gobierno de Río Negro implementó un fuerte ajuste en el sistema de licencias médicas de los trabajadores estatales, lo que le permitió alcanzar un ahorro de $9.825 millones en el último año. Esta medida se enmarca dentro de una estrategia de ordenamiento del gasto público y fue llevada adelante por el Instituto Provincial del Seguro de Salud (IPROSS).
Según informaron desde la administración provincial, el recorte se logró a partir de una política más rigurosa en la aprobación de licencias, con controles médicos reforzados y auditorías sobre las solicitudes presentadas. Además, se establecieron nuevas normativas para evitar abusos y se promovió el uso responsable del sistema.
El presidente de IPROSS, Alejandro Marenco, explicó que “los controles no sólo mejoraron la transparencia del sistema, sino que también permitieron redireccionar recursos hacia otras áreas de salud que estaban desfinanciadas”.
La medida ha generado debate entre los gremios estatales, que denuncian un endurecimiento excesivo de las condiciones para acceder a licencias médicas. No obstante, desde el Ejecutivo rionegrino defienden la política como necesaria para garantizar la sustentabilidad del sistema y mejorar el uso de los fondos públicos.







