En el Día Internacional contra el Tráfico de Drogas, jueces, curas y referentes sociales participaron de una jornada en el parador “La Mano de Dios” en Once. Allí escucharon a personas en situación de calle y consumo, y reclamaron mayor presencia del Estado.
Una jornada de encuentro y reflexión se llevó a cabo en el parador “La Mano de Dios”, en el barrio porteño de Once, donde representantes del Poder Judicial, la Iglesia y organizaciones sociales escucharon a personas en situación de calle y consumo problemático. La actividad fue convocada por la Pastoral Judicial y tuvo lugar en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, ofició una misa y llamó a “no abandonar al que se cayó”, destacando la necesidad de una Iglesia con presencia activa. Participaron jueces como Alejandro Slokar y Ángela Ledesma, quienes remarcaron que la justicia debe llegar a los sectores excluidos más allá del rol punitivo.
También estuvieron presentes la defensora general Marcela Millán y organizaciones como Vientos de Libertad, cuyos miembros compartieron sus experiencias de vida en la calle y el consumo. Se planteó la necesidad de una respuesta conjunta entre justicia, Iglesia, Estado y organizaciones sociales.
La jornada finalizó con una caminata hasta Plaza Miserere, donde se compartió comida caliente con personas en situación de calle. Los organizadores remarcaron que no fue un acto de caridad, sino un gesto político de compromiso con los sectores más vulnerables.







