Un capítulo muestra al entorno de Menem recibiendo dinero de Libia para la campaña de 1989, pero documentos diplomáticos filtrados años después desmienten un acuerdo político con Khadafi.

Una escena reciente de la serie Menem volvió a despertar el debate sobre el supuesto financiamiento libio a la campaña presidencial de 1989. En ella, Emir Yoma entrega al entonces candidato un par de gemelos con la advertencia: “la traición se paga con sangre”, en clara alusión a un pacto con Muammar Khadafi. Sin embargo, documentos diplomáticos revelados por Wikileaks ofrecen una versión distinta.

La escena, que mezcla lujo y tensión política, se apoya en una leyenda que circula desde los años ‘90: que Libia habría aportado fondos al ascenso de Menem. Mario Rotundo, uno de los recaudadores de campaña, incluso llegó a reconocerlo públicamente. Pero según cables filtrados por Wikileaks, esa relación no prosperó en términos concretos una vez que Menem asumió la presidencia.

De acuerdo con un informe del periodista Santiago O’Donnell basado en documentos diplomáticos de EE.UU. de 1995, durante una visita del hijo de Khadafi a Argentina, Al Saadi Khadafi, Menem evitó cualquier compromiso político o económico con el régimen libio. En los cables, se afirma que ambos hablaron de fútbol, pero no alcanzaron acuerdos, ni siquiera cuando Libia pidió apoyo para flexibilizar sanciones internacionales.

Así, aunque el vínculo con Libia pudo haber existido en la campaña, no se habría traducido en una alianza política real. La serie recrea este mito de “el oro de los árabes” y lo transforma en una potente escena dramática que deja al espectador entre la historia y la ficción.

La imagen de Menem abriendo un estuche con gemelos dorados, mientras Yoma pronuncia su amenaza, refuerza la narrativa de lealtades oscuras y pactos sellados en secreto, aunque los archivos oficiales y diplomáticos ponen en duda la veracidad de esos acuerdos.

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