La distribución desigual del territorio dentro de Vaca Muerta, marca una diferencia entre ambas provincias. Neuquén concentra la producción y las inversiones, mientras que Río Negro, aunque también forma parte, queda en desventaja por su menor participación territorial.

La formación de Vaca Muerta, una de las principales reservas de hidrocarburos no convencionales del mundo, refleja una marcada desigualdad territorial entre las provincias que la integran. Neuquén concentra más del 90% de la riqueza generada por esta cuenca, debido a que en su territorio se encuentra la mayor parte de la producción y de las inversiones estratégicas del sector energético. Esta situación ha permitido un desarrollo económico significativo para la provincia, con ingresos por regalías, empleo y crecimiento de la infraestructura.

En contraste, Río Negro, a pesar de formar parte del área geológica de Vaca Muerta, solo capta cerca del 5% de los beneficios generados. Su menor participación territorial y la escasa actividad de explotación en su zona hacen que quede relegada frente a los avances y oportunidades que experimenta Neuquén. Esta disparidad se traduce en un acceso desigual a recursos, inversiones y desarrollo local, generando preocupación en el Gobierno rionegrino por la necesidad de equilibrar la participación y los beneficios.

Frente a este escenario, Río Negro impulsa gestiones para captar mayor interés de empresas del sector y fomentar proyectos que activen su porción de Vaca Muerta. La intención es lograr una participación más equitativa en la matriz energética nacional y obtener recursos que permitan dinamizar su economía regional. Sin una planificación compartida entre las provincias involucradas y la Nación, la brecha territorial y económica podría profundizarse aún más en los próximos años.

INFORMATE