El gobernador rionegrino informó que se aplicaron las suspensiones, 74 cesantías y cuatro exoneraciones a trabajadores que no cumplen con sus tareas. Su objetivo es garantizar una administración más justa y eficiente, terminando con las irregularidades de quienes cobran del Estado sin trabajar.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, anunció la aplicación de medidas disciplinarias a más de 400 empleados públicos que no cumplían con sus obligaciones laborales. Entre las sanciones, se dispusieron suspensiones, 74 cesantías y cuatro exoneraciones, en un intento por ordenar el funcionamiento de la administración provincial y garantizar un servicio más eficiente.
Weretilneck destacó que el objetivo central de esta decisión es terminar con los privilegios y las irregularidades de aquellos que perciben un salario estatal sin realizar sus tareas. Según remarcó, esta política busca dar una señal clara de que el empleo público debe sostenerse en la responsabilidad y el compromiso, en lugar de convertirse en un beneficio sin contraprestación.
La medida forma parte de un plan más amplio de transparencia y control dentro del Estado rionegrino. El gobernador insistió en que la ciudadanía exige una gestión justa, en la que los recursos se destinen a quienes realmente trabajan y cumplen con su rol en el servicio público, reforzando así la confianza en las instituciones.







