En plena era del streaming y la música digital, los discos de vinilo viven un renacimiento inesperado. Las ventas globales de vinilos superaron en 2023 a las de CD por primera vez en más de tres décadas, y lo más curioso es que gran parte de los compradores son menores de 30 años.

¿Qué tiene este formato analógico que atrae a las nuevas generaciones? Para muchos, se trata de una experiencia más auténtica, tangible y emocional. El ritual de sacar el disco, colocarlo en la bandeja y escuchar el álbum completo tiene un valor simbólico que Spotify no puede replicar.

Además, el vinilo está fuertemente vinculado con la estética retro, la cultura vintage y la búsqueda de objetos con historia. Las portadas grandes, los libretos y el sonido cálido conquistan tanto a melómanos como a coleccionistas.

En Argentina, tiendas especializadas y ferias de discos han resurgido con fuerza en ciudades como Buenos Aires, Rosario y Córdoba. También hay un auge de bandas independientes que editan sus álbumes en vinilo, como una forma de diferenciarse en un mercado saturado.

Si bien los precios siguen siendo altos comparados con otros formatos, muchos jóvenes ven en el vinilo una inversión cultural. “No es solo música, es una obra de arte completa”, dice Matías, un estudiante universitario que ya tiene más de 40 discos.

Así, lo que parecía una moda pasajera se consolida como una tendencia cultural duradera, demostrando que lo analógico y lo digital pueden convivir.

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