La provincia de Mendoza volvió a posicionarse en el mapa minero nacional gracias a un ambicioso plan de inversiones impulsado por el gobernador Alfredo Cornejo. Tras años de retroceso en la producción energética, la estrategia oficial busca reactivar la actividad con un esquema de incentivos fiscales y condiciones favorables para atraer capitales.

El programa incluye beneficios impositivos para empresas interesadas en desarrollar proyectos extractivos, lo que generó un renovado interés por parte de inversores nacionales e internacionales. Según fuentes oficiales, la medida apunta a diversificar la matriz productiva provincial y generar un flujo sostenido de recursos económicos que fortalezcan las arcas locales.

En paralelo, se prioriza la creación de empleo de calidad y la capacitación de mano de obra mendocina para responder a las nuevas demandas del sector. De esta manera, la minería se proyecta no solo como un motor económico, sino también como una herramienta para impulsar el desarrollo social en distintas regiones de la provincia.

Con esta estrategia, Mendoza busca recuperar el protagonismo perdido en el escenario energético nacional. El gobierno provincial sostiene que, con inversión sostenida y reglas claras, la minería puede convertirse en un eje central del crecimiento económico, complementando otras actividades clave como la vitivinicultura, el turismo y la agricultura.