El gobernador neuquino desvinculó a una trabajadora del Ministerio de Salud por usar certificados médicos truchos y a otra de la Policía por acumular 51 días de ausencia. La medida refuerza el plan de austeridad y control que impulsa Figueroa para terminar con el ausentismo en el Estado.

El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, volvió a aplicar su política de “tolerancia cero” dentro de la administración pública. En esta ocasión, dos empleadas provinciales fueron despedidas: una del Ministerio de Salud por presentar certificados médicos falsos y otra de la Policía de Neuquén por registrar 51 días de inasistencia injustificada. La decisión forma parte del plan de austeridad y control que impulsa el mandatario para erradicar el ausentismo y ordenar el funcionamiento del Estado.

Desde el Gobierno provincial remarcaron que los sumarios se realizaron tras detectar irregularidades en los controles internos de asistencia. En el caso de la trabajadora de Salud, se comprobó que los certificados médicos utilizados eran apócrifos, mientras que la agente policial acumuló más de un mes y medio de faltas sin justificación válida. Ambos casos fueron considerados graves incumplimientos y motivaron la inmediata desvinculación de las empleadas.

Con estas medidas, Figueroa busca enviar un mensaje claro a toda la estructura estatal: “en Neuquén se trabaja con responsabilidad o no se trabaja”. El gobernador sostiene que cuidar los recursos públicos implica también garantizar que cada empleado cumpla su función y que el Estado responda de manera eficiente a las necesidades de la ciudadanía. La política de disciplina y control, aseguran en su entorno, llegó para quedarse.

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