En su primera entrevista después de meses fuera del ojo público, el expresidente Alberto Fernández participó del programa Hay Algo Ahí en el canal de streaming Blender. Allí reflexionó sobre el “proceso de cancelación” y el aislamiento mediático que vivió tras dejar el poder.

Durante la conversación con Tomás Rebord, Fernández se mostró autocrítico, pero también dolido por lo que describió como un trato injusto de los medios. “Me costó objetivamente un maltrato mediático que creo no merecía, sinceramente, un proceso de cancelación mediático que nunca pensé que podía ser tan severo”, señaló. Según relató, ese hostigamiento lo llevó a optar por el silencio durante un tiempo, convencido de que “era mejor no salir”.

El exmandatario contó que recién en los últimos meses comenzó a “recuperar el aire y las fuerzas” para volver al debate público, motivado por su preocupación por la situación actual del país. Admitió que dudó en aceptar la entrevista, ya que el formato de streaming le resultaba ajeno. “Me pregunté si quepo en ese lugar, si tengo un lugar en ese lugar. No lo sabía”, confesó.

En otro tramo del diálogo, Fernández abordó las causas judiciales en su contra y denunció irregularidades en la investigación. Afirmó haber entregado su teléfono y la clave al juez Julián Arcolini para demostrar la manipulación de los supuestos chats filtrados. “Tuve que pedir que, por favor, lo periten, porque no lo quería abrir el juez. Y cuando lo abrieron, no existen esos chats”, aseguró.

El expresidente también cuestionó con dureza al magistrado, a quien calificó como “un juez que da vergüenza que siga siendo juez”. Por último, se refirió con cautela a su expareja, Fabiola Yáñez, sugiriendo que fue manipulada en el marco de la causa: “Creo que ella fue manipulada, claramente. No quiero exponerla, pero deseo que todo se aclare”. Fernández concluyó que toda la evidencia que lo desvincula de las acusaciones está incorporada en el expediente judicial.

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