El país incorporará un nuevo sistema de combate adquirido a Dinamarca en una ceremonia programada para el próximo mes en una base del sur cordobés. La actividad reunirá a representantes del Poder Ejecutivo y a la cúpula militar, en el marco de un proceso de modernización que incluye infraestructura, logística y entrenamiento especializado.

La llegada de los F-16 representa para el Gobierno un logro político y operativo que busca condensar dos años de negociaciones, inversiones y adecuaciones internas. La frase de Luis Petri, al destacar el rol de Javier Milei en la concreción del acuerdo con Dinamarca, apunta a instalar la compra como un ejemplo de eficiencia estatal y de planificación estratégica. Para la conducción nacional, el ingreso de este nuevo sistema de combate simboliza una actualización largamente esperada de la defensa aérea argentina.

En los últimos meses, la Fuerza Aérea y los equipos de infraestructura trabajaron de manera coordinada para preparar la base del sur cordobés donde se realizará la ceremonia. Se reacondicionaron hangares, se reforzaron áreas de abastecimiento y se incorporó tecnología necesaria para operar las aeronaves. Estas tareas forman parte de un programa más amplio que busca elevar los estándares logísticos y garantizar que el nuevo material pueda desplegarse con niveles altos de disponibilidad.

La actividad programada para diciembre contará con la presencia de autoridades del Poder Ejecutivo, jefes de las Fuerzas Armadas y representantes diplomáticos, en un acto que será presentado como un hito institucional. Para el Gobierno, la compra de los F-16 no es solo una mejora técnica, sino una señal política sobre el rumbo que busca imprimirle al sistema de defensa: mayor interoperabilidad con aliados, actualización doctrinaria y reposicionamiento de la Argentina en la región.

Además de la infraestructura, el proceso incluyó un esquema de capacitación intensivo destinado a pilotos, mecánicos y personal especializado. Parte de ese entrenamiento se realizó en el exterior y otra porción se desarrolló en el país, con instructores internacionales y simuladores destinados a introducir a las tripulaciones en los protocolos del F-16. La Fuerza Aérea sostiene que este componente es clave para asegurar un uso eficiente desde el primer día y evitar demoras en la transición operacional.

Con este arribo, la Argentina inicia una etapa que promete dejar atrás años de limitaciones tecnológicas dentro de la aviación militar. Para Petri y Milei, la incorporación de los F-16 será presentada como el resultado de una agenda de modernización que contempla nuevas capacidades, mejores condiciones de operación y un horizonte de inversiones sostenidas. La ceremonia de diciembre se perfila, así, como el momento simbólico que cristalizará ese giro en la política de defensa.

Fuente: https://x.com/luispetri/status/1989340982198882766

INFORMATE