La Federación Aceitera convocó a una huelga nacional para el 18 de diciembre en el marco de la protesta de la CGT contra la reforma laboral del Gobierno. El gremio defendió la medida como una acción “en defensa propia”, mientras que las empresas la rechazaron y anticiparon respuestas legales.

La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines llamó a un paro nacional para el 18 de diciembre con el fin de garantizar la participación plena de los empleados en la marcha convocada por la CGT. Según el sindicato, la reforma laboral que impulsa el Gobierno en el Congreso vulnera derechos adquiridos y solo beneficia a un sector empresario.

Ante el anuncio, la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) cuestionó la medida por su carácter “político” y sostuvo que aplicará las herramientas legales correspondientes. El gremio respondió que la Constitución y la normativa vigente amparan el derecho a huelga, y advirtió que cualquier sanción constituiría una violación a libertades fundamentales.

La federación reivindicó el contenido político del paro, citando respaldo de organismos internacionales como la OIT y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. También ratificó la convocatoria y prometió actuar con unidad ante eventuales represalias, al tiempo que pidió rechazar una reforma que —aseguró— golpea las condiciones laborales y de vida de la mayoría.

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