Con el presupuesto 2025, Rolo Figueroa se comprometió a: priorizar la obra pública, invertir en educación, salud y rutas, garantizar servicios básico y mantener orden fiscal. ¿Lo cumplió?

El Modelo Neuquino 2025 mostró en el segundo año de gestión de Rolo Figueroa una ejecución concreta de los compromisos asumidos en el Presupuesto. La prioridad estuvo puesta en la obra pública como motor del desarrollo, con inversiones sostenidas en rutas, educación, salud y servicios esenciales, manteniendo el equilibrio fiscal como eje de la gestión.

A lo largo de la provincia se avanzó con obras viales estratégicas para la producción y la conectividad, mejoras en infraestructura escolar y fortalecimiento del sistema de salud, con hospitales y centros de atención ampliados o renovados. Estas acciones acompañaron el crecimiento de localidades clave como Añelo, pero también llegaron al interior neuquino, reduciendo desigualdades territoriales.

En paralelo, se ejecutaron obras de agua, cloacas, gas, electricidad y vivienda, dando respuesta a necesidades básicas y al crecimiento urbano. El cierre del año dejó un mensaje claro: el Presupuesto 2025 no quedó en promesas, sino que se tradujo en obras reales, gestión ordenada y resultados visibles en toda la provincia.

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