Es el organismo encargado de controlar que la actividad minera se realice cuidando el ambiente. Inspecciona minas, canteras y plantas, protege el agua, el suelo y el aire, y verifica que cada proyecto cumpla la ley, interviniendo cuando no se respetan las normas.
Para eso, realiza inspecciones en minas, canteras y plantas de procesamiento, donde evalúa el impacto sobre el agua, el suelo y el aire. Estos controles permiten detectar irregularidades, prevenir daños ambientales y exigir medidas correctivas cuando es necesario.
Cuando se registran incumplimientos, puede intervenir de manera inmediata, ordenar la paralización de actividades y exigir la adecuación de los proyectos a la normativa vigente. El objetivo es claro: minería sí, pero con controles, responsabilidad y reglas claras para proteger el ambiente.







